Rutas privadas y viajes a medida por Marruecos, diseñados para disfrutar sin prisas y con toda la confianza de un equipo local.
El hammam es el baño público tradicional marroquí (con horarios/espacios separados por sexo) y una institución social además de higiénica. Consta de salas a distintas temperaturas con vapor y grifos de agua caliente/fría para llenar cubos; no es una piscina termal.
Hammam de barrio (tradicional): sencillo, auténtico, con público local. Llevas tu kit y te gestionas los tiempos; puedes pagar exfoliación/masaje básico.
Hammam “spa” para visitantes: más privado y guiado (cabinas, aceites, velas); más caro pero con atención personalizada.
Jabón negro (sabon beldi), guante kessa, champú, acondicionador/ghassoul (opcional), sandalias y, si quieres, esterilla/taburete de plástico. Allí suelen vender guantes/jabón si te falta algo.
Hombres: bañador tipo slip o paño a la cintura.
Mujeres: ropa interior/bañador según costumbre del hammam; se normaliza la desnudez parcial en zonas de mujeres. Ambiente respetuoso, sin miradas invasivas.
Deja tus pertenencias, entra a la sala templada para aclimatar y hacer un primer enjuague (mezcla agua caliente/fría en tus cubos).
Pasa a la sala caliente para abrir poros y sudar; alterna con enjuagues. Regresa a templada si necesitas una pausa.
Aplica jabón negro, deja actuar unos minutos y exfolia con kessa (puedes pedir que te lo haga una trabajadora/un malem; es vigoroso). Enjuaga con tus cubos.
Lava cabello y cuerpo (muchas mujeres usan ghassoul o mascarillas) y enjuaga. Al final, ducha fría/templada, secado y té/agua para rehidratar.
Voz baja, no salpicar, no ocupar de más el espacio; no uses los cubos como asiento.
Sandalias siempre puestas (suelo caliente/resbaladizo).
Propina al personal de limpieza si corresponde.
Retira joyas (la plata se ennegrece con el jabón negro).
Si tienes heridas/dermatitis activas, evita el hammam ese día.
Hidrátate después y descansa unos minutos antes de salir.
Entrada: ~20–50 DH.
Exfoliación profesional: ~50–100 DH extra (se paga a quien la realiza, a menudo como propina).
Rituales completos con masaje y productos: tarifas más altas (experiencia premium y privada).
Ve con mente abierta; observa y pregunta: la gente suele ayudar.
Si prefieres más privacidad, elige un spa. Si buscas autenticidad, prueba el hammam de barrio (pide a tu riad el mejor horario).
El hammam es higiene, bienestar y sociabilidad (conversación entre amigas/amigos, rituales previos a bodas, etc.). Es una ventana cotidiana a la vida marroquí.
Atención 100% personalizada y sin compromiso.